domingo, 27 de septiembre de 2009

Asesoría académica

En la asesoría académica de entrada debe darse confianza y seguridad a los asesorados, esto considero se puede lograr primeramente mostrando que como tutores no tenemos la verdad absoluta y que todos podemos aprender de todos respetando las condiciones de cada uno, hay que tener claro que como asesores somos facilitadores, mediadores entre el alumno y los conocimientos nuevos con los que se enfrenta. Finalmente en la asesoría no se debe juzgar la opinión de nadie, sino guiar a los alumnos si alguno de estos presenta dificultad en el camino.

El seguimiento del desempeño debe como su nombre lo indica seguir el desarrollo del estudiante, pueden haber observaciones parciales y no sólo finales, como se menciona en la lectura no sólo es indicar la tarea a realizar y poner una calificación.

Dentro de las funciones de un tutor está la de planificar y organizar lo mejor posible la estructura del curso o asignatura a llevar por el grupo de tutorados, desde explicar las normas básicas, protocolos de comunicación, fechas, espacio y tiempos determinados para cada actividad, entre otras cosas. Creo que la lista que se presenta en la lectura en el apartado de función organizativa es una buena guía a seguir: a) Establecer el calendario del curso, de forma global como específica, b) Explicar las normas de funcionamiento dentro del entorno, c) Mantener contacto con el resto del equipo docente y organizativo, d) Organizar el trabajo en grupo y facilitar la coordinación entre los miembros, e) Contactar con expertos, f) Ofrecer información significativa para la relación con la institución.Yo agregaría el facilitarle materiales extra a los alumnos que les ayude a enriquecer sus conocimientos sobre algún tema en específico que talvez no haya quedado totalmente claro.

En mi corta experiencia como tutora puedo decir que la libertad de expresión ayuda mucho a lograr una buena interacción y comunicación con los alumnos, es fundamental que exista la tolerancia entre los participantes y ser de criterio abierto, ya que probablemente nos topemos con ideas en las que no coincidamos pero que hay que respetar y tratar de entender los argumentos que sostiene la idea. Igualmente el “acompañar” siempre al alumno, con esto me refiero a resolverle sus dudas en un tiempo prudente, interactuar con éste en los espacios donde haya oportunidad de hacerlo, hacerles observaciones a sus tareas, entre otras cosas, esto propicia que el alumno adquiera mayor seguridad y sienta que lo que realiza puede tener eco.
El tutor debe orientar y respetar a sus alumnos criticándolos y corrigiéndolos si es necesario pero de manera sutil sin dejar de ser efectivos claro está.


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